La Amistad
“La AMISTAD es una manifestación del Amor de Dios hacia ti expresado a través de tus amigos. La amistad es el más puro de todos los amores. En el amor filial, en el amor de lospadres hacia los hijos y en el amor de los amantes, existe compulsión. Pero en la verdadera amistad no hay compulsión. Si abres la puerta al poder magnético de la amistad, serán atraídas hacia ti almas con una vibración similar. Cuanto más amigable te vuelvas hacia todos, más amigos auténticostendrás. Cultiva la verdadera amistad, pues sólo así atraes a verdaderos amigos.”
Paramahansa Yogananda
Paramahansa Yogananda
La situación planetaria actual nos trae una realidad muy positiva: el tiempo de la selección de la cizaña y el trigo es definitivamente la selección de los verdaderos amigos que nos acompañarán en nuestro camino. La verdad es que una amistad verdadera y desapegada no tiene expectativas ni apegos. Una vez establecido el vínculo de amistad en estos planos materiales, es muy posible que estas almas ya formen parte de un grupo de almas hermanas, donde la sencillez de una mirada o incluso un silencio es capaz de expresar lo que el otro siente en relación con este vínculo.
Ninguna vida pasa por nuestras vidas por casualidad; todo tiene un por qué y todo está diseñado para la colaboración de nuestros procesos evolutivos. Poner a prueba una amistad por lo que el otro hace o deja de hacer según nuestras necesidades egóicas es considerar la palabra amistad de una manera muy superficial. Un verdadero amigo vibra en la misma nota que nosotros. Él simplemente sabe lo que nosotros sabemos y ve elementos de los juegos de la vida en nuestro camino. Como es un verdadero amigo, siempre respetará nuestro tiempo y no hará exigencias que busquen incomodarnos. Tampoco exigirá lo que no podemos dar y no esperará que solucionemos sus problemas.
Ninguna vida pasa por nuestras vidas por casualidad; todo tiene un por qué y todo está diseñado para la colaboración de nuestros procesos evolutivos. Poner a prueba una amistad por lo que el otro hace o deja de hacer según nuestras necesidades egóicas es considerar la palabra amistad de una manera muy superficial. Un verdadero amigo vibra en la misma nota que nosotros. Él simplemente sabe lo que nosotros sabemos y ve elementos de los juegos de la vida en nuestro camino. Como es un verdadero amigo, siempre respetará nuestro tiempo y no hará exigencias que busquen incomodarnos. Tampoco exigirá lo que no podemos dar y no esperará que solucionemos sus problemas.
La verdadera amistad es un reflejo del amor cósmico que exhalamos, cual perfume del alma, en nuestros corazones. Es un comportamiento emanado con la energía de la fraternidad. Son dos seres en un encuentro externo que ya sucedió internamente. Un amigo es aquel que aparece en un momento inesperado, se gana nuestra confianza de inmediato y se le permite entrar por las puertas de nuestra intimidad incluso sin pedir permiso.
Cuando toda la humanidad alcance el punto de vibrar a esta profundidad respecto a la verdadera amistad, los grupos familiares serán profundamente transformados porque los lazos biofisiológicos ya no serán los responsables de la conexión amorosa entre dos seres. Será cada vez más a través del brillo de los ojos, de los sueños por alcanzar, de las aspiraciones transformadoras y del apoyo mútuo que la amistad hará resplandecer cada vez más los corazones. Y definitivamente sin ataduras y necesidades afectivas, con egos maduros al servicio de la esencia de las almas, los verdaderos amigos, aunque sean pocos, serán
íntegros en nuestro camino.
Fernanda Paz
Este artigo foi escrito e publicado somente em espanhol para a Revista Llaves de Luz, com produção em Argentina. Para conhecer e acessar a revista que traz outros artigos de auto-conhecimento, pode acessar o link:
Revista LLaves de Luz
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