Abrirse a lo nuevo en compasión con uno mismo
Acostumbrados a la palabra "lucha", la humanidad ha perdió de vista lo que realmente la libera. Pasado el tiempo del predominio del hemisferio izquierdo sobre el derecho, es el momento de amar y, más que eso, es el momento de amarse a uno mismo. Luego de tanto transcurrir señalando lo que hace el "otro" o lo que es el "otro", el hombre olvidó mirarse profundamente. Descuidado de sí mismo e ignorando la importancia de su autoreforma, el ser humano se desentendió del llamado a la verdadera transformación y sanación planetaria que cuenta con la colaboración de esta especie para la reparación y armonía del todo. Pero ¿cómo sería posible arreglar una casa si el propietario no pudiera percibir la discordia establecida en él mismo? ¿No sería la morada un reflejo de la confusión interna de su residente? Es en esta fase de identificación con su propio caos que el hombre se congela y empatiza con la inercia, teniendo intensas dificultades para iniciar un proceso de ...